Programa

Economía Política CNBA - Propuesta Ricardo Romero

Presentación

El curso está estructurado para el calendario académico del Colegio y en base a los contenidos mínimos del Plan de Estudios, que se compone de tres partes y seis unidades.

El abordaje de la materia se realiza bajos dos ejes generales. En primer lugar: se exponen las diferentes corrientes teóricas del pensamiento económico, delimitando el campo de “lo económico” y la forma de abordaje del mismo, realizado por parte de la Economía Política y la Economía. Incluyendo algunas visiones de economistas argentinos. A la vez, los conceptos elaborados por las distintas escuelas se estudiaran directamente desde las fuentes bibliográficas, se analizarán su aplicación práctica tanto en su contexto histórico y como en la actualidad.


En segundo lugar, se profundizan los conocimientos aportados por el instrumental teórico y técnico desarrollados por la macroeconomía y la microeconomía. A su vez, se delimitan los mecanismos de Políticas Económicas en materia fiscal, monetaria y de comercio internacional. Se indaga sobre la formación de la economía moderna en general y la evolución de la historia económica argentina en particular. Se busca desplegar los conocimientos adquiridos, en la búsqueda de un análisis crítico al desarrollo económico actual y la viabilidad, o no, de políticas económicas alternativas.

Programa

Contenidos Mínimos

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Plan de Trabajo

Propuesta Ricardo Romero

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Modalidad de cursada

Multimedial

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domingo, 27 de diciembre de 2015

Pobreza cero y revolución de la alegría

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DOMINGO, 27 DE DICIEMBRE DE 2015
OPINION › SALARIOS, PRODUCCION, APERTURA Y DEVALUACION

Pobreza cero y revolución de la alegría

 Por Ricardo Romero *
La historia se repite dos veces, afirmaba Hegel, pero una como tragedia y otra como comedia, sostenía Marx. Este apotegma filosófico parece cumplirse en la historia argentina. Basta recordar la elección presidencial de 1989, donde un caudillo riojano, que despreciaría Prat-Gay, convocaba al “Salariazo y la revolución productiva”, algo que al llegar a la presidencia cambió por congelamiento de salarios y destrucción del aparato productivo por la apertura comercial.
A pesar de la tragedia que dejó esa fase en el 2001, ahora un empresario llega vociferando “pobreza cero y la revolución de la alegría”, una comedia que la ciudadanía argentina podría evitar. Especialmente porque otras promesas de campaña provocarían todo lo contrario.
Cuando se plantea salir del tipo de cambios múltiple (llamado cepo) implicaría unificar el valor de la divisa a un nivel que responda a la demanda de dólares o, de no querer una devaluación, obtener una cantidad suficiente para ofertar, algo que se consigue por exportaciones, eso es a mediano y largo plazo, o por endeudamiento, algo que podría suceder, pero que estará condicionado a ajustes presupuestarios que los capitales y organismos internacionales imponen.
Además, de intentarse promover exportaciones con reducciones de retenciones, si bien podría tener un efecto favorable a obtener divisas, los productores elevarán los precios internos de los productos transables, porque sino priorizaran el mercado externo y podría generar desabastecimiento. A su vez, cabe pensar cuáles son los recursos que se pierden y con qué ingresos se pretende suplantar, a fin de sostener erogaciones que se promete mantener.
Incluso, cuando se plantea reducir la inflación, cabe recordar que la tragedia neoliberal de los noventa impuso la convertibilidad de la moneda luego de una megadevaluación, que logró frenar la suba de precios pero a costa de congelar los salarios y provocar despidos, basta recordar que la desocupación pasó del 6,9 por ciento en mayo de 1991 al 18,4 por ciento en mayo de 1995.
Recordar esa mentira del “Salariazo y revolución productiva” podría evitar caer en la nueva farsa de la “Pobreza cero y la revolución de la alegría”, que promete no tocar derechos, escondiendo sus propuestas, especialmente por las causas de las mismas, que básicamente implicará caer nuevamente en un modelo excluyente en base al endeudamiento y el desempleo. Sin duda con pobreza y sin felicidad.
* Politólogo UBA/Unsam.
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domingo, 29 de noviembre de 2015

El poder financiero

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DOMINGO, 29 DE NOVIEMBRE DE 2015
OPINION › EL PAPEL DEL BANCO CENTRAL

El poder financiero

 Por Ricardo Romero*
Uno de los temas que vuelven a instalarse en la agenda económica es el rol del Banco Central. Un debate entre quienes sostienen la necesidad de una entidad activa y promotora de políticas públicas y aquellos que le dan un rol pasivo, que bajo el ropaje de la “autonomía”, lo pone al servicio de los poderes del capital financiero concentrado.
Cabe señalar que el Banco Central vino a reemplazar un sistema sui generis generado luego de la crisis de 1890, que estableció una Caja de Conversión para emitir billetes convertibles y el creciente rol del Banco Nación como garante de préstamos en última instancia. La crisis del 30 obligó a establecer una política monetaria nacional, tras el desplome del precio de las exportaciones y el deterioro de los términos de intercambio.
Desde 1935, el Banco Central asumió un rol organizador del sistema financiero argentino, realizando operaciones de redescuento hacia los bancos comerciales, vigilando el cumplimiento de la Ley de Bancos, siendo el agente financiero del gobierno y actuando sobre la necesidad de dinero y crédito de la economía. En definitiva, un actor clave de políticas económicas. Si bien comenzó como un entre mixto, siguiendo las tendencias internacionales, se nacionalizó en 1946.
Durante la segunda mitad de siglo, tuvo una situación pendular, entre el rol activo propiciado por desarrollistas y la autonomía impulsada por los liberales. En 1977, durante la dictadura militar, se estableció una subordinación al capital financiero internacional que se profundiza con el plan de convertibilidad, que rigió desde 1991 y estalló en 2001, específicamente porque el Banco Central se concentró en sostener el tipo cambio, bajo un proceso de endeudamiento sistemático insostenible en el largo plazo.
Desde el 2002, el Banco Central reorientó sus acciones para administrar la regulación de la moneda, en pos de impulsar el crecimiento económico, articulando políticas expansivas del Estado con liquidez monetaria. En 2012 se reformó su Carta Orgánica dotándolo de facultades de acción para actuar coordinadamente en el marco de las políticas establecidas por el gobierno nacional.
En ese marco, el establecimiento de tipo de cambios múltiples busca sostener políticas de crecimiento frente a quienes quieren un tipo de cambio único, subordinado al condicionamiento de los poseedores de divisas, implicando una megadevaluación, ante un escenario adverso para la generación genuina de divisas, y un nuevo ciclo de endeudamiento, con la subordinación a los prestamistas.
* Politólogo UBA/Unsam.
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martes, 7 de julio de 2015

Un grito de libertad

Tiempo Argentino

http://tiempo.infonews.com/nota/157012/un-grito-de-libertad

OPINAN

 Ricardo Romero


UN GRITO DE LIBERTAD

En la cuna de la democracia, el pueblo griego dio un grito de libertad y le dijo "No" a la dictadura de los mercados. La asamblea ateniense le dice a la troika que no se resigna a morir. El 62% de la ciudadanía dijo que es el pueblo el que decide y no una mesa financiera.

En la cuna de la democracia, el pueblo griego dio un grito de libertad y le dijo "No" a la dictadura de los mercados. La asamblea ateniense le dice a la troika que no se resigna a morir. El 62% de la ciudadanía dijo que es el pueblo el que decide y no una mesa financiera. Se demuestra así que, como dijo su líder de izquierda, el premier Alexis Tsipras, "cuando un pueblo tiene fe y conciencia colectiva puede resistir", y ahora tiene el desafío de garantizar esta voluntad popular.
Con este mandato, el gobierno de Syriza tiene tres posibles caminos. El primero, seguir negociando con la troika, que al parecer sintió la respuesta del pueblo griego, al menos desde la Comisión Europea se emitió un comunicado donde asegura "que tomó nota del resultado del referéndum". Sin embargo, son pocas las hendijas para encontrar un resultado viable bajo el corsé neoliberal que le imponen a Grecia.
Una alternativa es seguir la vía Argentina, dejar el pago para una renegociación a futuro con los organismos internacionales y propiciar un canje de deuda con quita hacia los tenedores de bonos. En lo que refiere a deuda de los organismos internacionales, dependerá de la evaluación que hagan los mismos para evitar el efecto dominó, en tanto que con los bonos en manos privadas, queda en una situación difícil teniendo presente el acoso que está sufriendo en este momento por parte de los fondos buitre, acobijados por el juez estadounidense Thomas Griesa.
Una tercera posibilidad, que no intenta ser la tercera vía, y que podría también ser referencia para la deuda pendiente que aún tiene Argentina, es impulsar un marco internacional de arbitraje. Existe un mito que sostiene que los Estados no quiebran, sin embargo, sería bueno darles un marco jurídico a situaciones de insolvencia. De hecho, el juez Griesa debería aplicar este derecho que rige en Estados Unidos para las administraciones locales, ya que para el caso argentino ni siguiera lo tiene presente.
En tal sentido, regenerar un marco como los acuerdos que permitieron el tratado de Bretton Woods sería el punto para construir nuevos instrumentos jurídicos para procesos de endeudamiento de los Estados soberanos, donde cabe señalarles a los lobbistas de la embajada estadounidense y de los holdouts que los prestamistas también son responsables de la insolvencia del deudor y que la garantía de los Derechos Humanos está por encima de los mezquinos intereses del capital.
Más allá del camino que tome Grecia, pensar una regulación de los mercados financieros, teniendo presente que no son neutrales y objetivos, tal como ya nos lo advertía el economista belga-argentino Silvio Gesell tras haber estudiado la crisis de Argentina de 1890. Una tarea que no es sólo responsabilidad de ese país sino del conjunto de las naciones, simplemente logar un futuro mejor para la humanidad. «

domingo, 5 de julio de 2015

Entre salir o morir. El dilema de Grecia

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/cash/40-8626-2015-07-05.html

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DOMINGO, 5 DE JULIO DE 2015
DEBATE › EL DILEMA DE GRECIA

Entre salir o morir


 Por Ricardo Romero *
Hoy, domingo, la ciudadanía griega tendrá el desafío de decidir entre salir y vivir o condenarse a morir en el ahogo neoliberal. Es que la troika compuesta por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional no dan tregua y no dejan respirar a la alicaída economía.
El no al ajuste será un grito de libertad a la presión del capital financiero que ahorca al gobierno de Syriza imponiéndoles un recorte fiscal y la privatización de empresas públicas sumado a profundas reducciones salariales, siguiendo punto por punto la receta neoclásica, profundizando la crisis, tal como sucedió en Argentina en 2001. Para colmo de males, Grecia está anclada en un mecanismo de moneda común, que le impide controlar su moneda.
Es claro que Grecia no tiene opción, deberá encarar políticamente una crisis que no es meramente económica. Tiene que buscar los marcos para generar una negociación pautada de su deuda externa. Algo que no sería descabellado, teniendo presente que el 68 por ciento de ese endeudamiento está en la Eurozona a través del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, donde Alemania tiene un rol preponderante.
Cabe señalar esta situación porque fue precisamente Alemania quien en 1946 recibió una renegociación de su deuda a partir de acordar un recorte de la misma y el compromiso de reorientación a planes de educación y desarrollo. Además, podríamos recordar que entre los países que concedió esta quita estuvo Grecia, país que padeció la invasión del nazismo.
En tal sentido, es preciso aclarar que no es el “izquierdista” gobierno de Syriza que no quiere pagar, sino la insaciable depredación financiera la que genera el default. Incluso, resulta risueño ver cómo los medios de comunicación se mofan de la arrogancia académica del ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, tal como lo hacen con nuestro ministro de economía Axel Kicilliof.
Al igual que Néstor Kirchner en 2004, el primer ministro Alexis Tsipras está pidiendo que dejen crecer a Grecia para poder afrontar los compromisos. En ese sentido, se está acudiendo a la voluntad popular para así, ojalá, el demos griego le diga si a la Democracia y le diga no a la muerte económica que la dictadura del mercado le quiere imponer.
* Politólogo UBA/Unsam. Prof. titular Macroeconomía ESCCP / Economía Política CNBA.
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miércoles, 1 de julio de 2015

CONTRA LA DICTADURA DE LOS MERCADOS

Tiempo Argentino

http://tiempo.infonews.com/nota/156391/contra-la-dictadura-de-los-mercados


OPINAN

 Ricardo Romero



CONTRA LA DICTADURA DE LOS MERCADOS

El gobierno griego está apelando al demos para contraponer la voluntad popular a la dictadura de los mercados que les está imponiendo la Troika compuesta por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional.

El gobierno griego está apelando al demos para contraponer la voluntad popular a la dictadura de los mercados que les está imponiendo la Troika compuesta por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional.
Es necesario aclarar que es incorrecto decir que la gestión de Alexis Tsipras no quiere pagar y lleva a Grecia al default, sino que es la voraz imposición financiera lo que la lleva al impago. Porque, si bien la vulgata neoliberal acusa al gobierno izquierdista de Syriza en Grecia de trabar el pago de la deuda "impidiendo las negociaciones", por el contrario, es la Troika con su inflexibilidad la que está empujando al país al abismo.
Incluso, es interesante ver que las acusaciones sobre arrogancia académica al ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, se parecen a las que se hacen sobre nuestro ministro de economía Axel Kicilliof. La realidad es que Syriza pide que se le permita recuperar el crecimiento para luego poder enfrentar los pagos de una deuda que hoy alcanza el 180% del PBI, punto similar al planteado por Néstor Kirchner cuando enfrentó la renegociación de la deuda argentina.
Sin embargo, como respuesta, la Troika solo tiene como receta el recorte fiscal y privatizaciones como medio de pago rabioso a la deuda, además de impulsar fuertes reformas en derechos laborales, para "reducir costos", manualcito neoclásico que en su momento llevó al desastre a Argentina en 2001 y ahora Grecia parece seguir ese camino.
Primero crecer y luego pagar no es algo novedoso y tampoco el caso argentino el único. En 1946, Alemania fue beneficiada con un cambio de trato sobre su deuda. Atento a las graves consecuencias de la II Guerra Mundial y el Nazismo, la comunidad internacional reorientó su política sobre ese país, permitiéndole un arbitraje de su deuda a condición de destinar esos ingresos financieros a inversiones en educación y desarrollo.
Por eso, pensar una negociación pautada y política de la deuda externa griega es la condición necesaria para evitar el desastre humanitario que generan los desmedidos ajustes sociales a los que está siendo sometido. Cabe señalar que durante los últimos años la composición de los compromisos fue pasando de títulos públicos a obligaciones con la Eurozona, a través del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, donde impera la dirección política de la Troika, donde Alemania juega un rol crucial.
Y el caso histórico citado marca la paradoja que el mismo país que fue beneficiado por una negociación de deuda, hoy sea inflexible a Grecia, una de las naciones que condonó las reparaciones por la invasión del nazismo. Además, esta situación debería llamar la atención de otros gobiernos que podrían seguir el mismo camino, como es el caso español, conducido por el derechista Mariano Rajoy.
Por eso, si bien la Troiska tendría en su esquema desgastar al gobierno de izquierda de Syriza incluso hasta lograr su caída y la vuelta de un gobierno adepto a los ajustes, el caso español mostraría que el problema no es solo de "populismos" sino de capacidades económicas y dignidad humana. Por eso, el plebiscito del domingo pondrá la voz del pueblo griego a favor de la democracia contra la dictadura de los mercados.

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domingo, 24 de mayo de 2015

Aquella vieja macroeconomía

Aquella vieja macroeconomía

PRIMER NIVELUltimamente se oye decir con frecuencia que los modelos económicos existentes son inadecuados, y que la teoría económica no ha sido muy útil para salir de la crisis. ¿Es cierto? No. Los modelos “de libro” para abordar depresiones y reactivaciones han funcionado. El problema, en el caso de Europa, donde la reactivación es más lenta, es que decidieron rechazar esos modelos básicos en beneficio de otros nuevos y completamente equivocados. “En estos últimos años, la innovación en las ideas económicas no ha sido una solución sino parte del problema”

  • Traducción: Susana Manghi - PAUL KRUGMAN
Estados Unidos aún no se ha recobrado totalmente de los efectos de la crisis financiera de 2008. Sin embargo, parece justo decir que hemos recuperado buena parte –aunque no la totalidad– del terreno perdido.
Pero no podemos decir lo mismo de la eurozona, cuyo PBI real per cápita sigue siendo más bajo que en 2007, y está un 10% o más por debajo de lo que supuestamente iba a estar para este momento. Esto es peor que el registro de antecedentes de Europa en los años 30.
¿Por qué le ha ido tan mal a Europa? Ultimamente vengo oyendo varios discursos y artículos que sugieren que los modelos económicos de que disponemos son inadecuados, que hay que replantear la teoría macroeconómica, ya que no ha sido muy útil para salir de la crisis. ¿Es cierto?
No. Es verdad que pocos economistas predijeron la crisis. Pero el secretito que se puede sacar en limpio de la economía desde entonces es, sin embargo, que los modelos básicos “de manual” de abordaje de las recesiones y reactivaciones seguramente muy conocidos por los estudiantes de hace 50 años, han funcionado muy bien. El problema es que los gobernantes europeos decidieron rechazar esos modelos básicos en beneficio de otros más innovadores, emocionantes y completamente equivocados.
Estuve examinando debates de política económica realizados desde 2008, y lo que sobresale desde 2010 aproximadamente es la enorme divergencia en el modo de pensar surgida entre Estados Unidos y Europa. En Estados Unidos, la Casa Blanca y la Reserva Federal se mantuvieron, en términos generales, fieles a la economía tradicional keynesiana. El gobierno de Obama desperdició mucho tiempo y esfuerzo en pos de un llamado “Gran Acuerdo” sobre el presupuesto, pero siguió creyendo en la proposición de manual de que el gasto con déficit es, en realidad, algo positivo en una economía deprimida. Mientras tanto, la Fed ignoró advertencias ominosas de que estaba “degradando al dólar”, aferrada a la posición de que sus políticas de bajas tasas de interés no provocarían inflación si el desempleo se mantenía alto.
En Europa, por el contrario, los gobiernos estuvieron prestos a tirar sus libros de economía por la ventana para favorecer nuevos enfoques. La Comisión Europea, con sede en Bruselas, se aferró a la supuesta evidencia de una “austeridad expansiva” y rechazó el argumento tradicional sobre el gasto a base de déficit a favor de la postura de que recortar el gasto en una economía deprimida en realidad crea puestos de trabajo porque estimula la confianza. El Banco Central Europeo, en tanto, tomó las advertencias inflacionarias al pie de la letra y subió las tasas de interés en 2011 a pesar de que el desempleo seguía siendo muy alto.
Pero aunque los gobernantes de Europa tal vez imaginaron que estaban mostrando una apertura encomiable a las nuevas ideas económicas, lo cierto es que optaron por escuchar a aquellos economistas que les decían lo que ellos querían oír. Buscaron justificaciones para las políticas duras que, por razones políticas e ideológicas, estaban dispuestos a imponer a naciones deudoras; idolatraron a economistas de Harvard tales como Alberto Alesina, Carmen Reinhart y Kenneth Rogoff, que parecían ofrecer esa justificación. Pero resultó que todas estas nuevas y emocionantes investigaciones, de una u otra manera, contenían numerosos errores.
Y mientras las nuevas ideas fracasaban, esa vieja economía ganaba fuerza. Algunos lectores recordarán las numerosas burlas a las predicciones de economistas keynesianos, yo incluido, en el sentido de que las tasas de interés se mantendrían bajas pese a los abultados déficits presupuestarios, que la inflación permanecería en calma pese a las grandes compras de bonos por parte de la Fed, que los fuertes recortes en el gasto público, lejos de desencadenar un boom de confianza en el gasto privado, harían que el gasto privado cayera aún más. Pero todas estas predicciones se hicieron realidad.
El punto es que es un error sostener, como muchos hacen, que la política fracasó porque la teoría económica no proporcionó la guía que los gobiernos necesitaban. En realidad, la teoría les aportó una guía excelente, que, lamentablemente, los gobernantes desoyeron.
Y aún hoy desoyen. Si usted quiere sentirse realmente deprimido sobre el futuro de Europa, lea el artículo de opinión de Wolfgang Schäuble, el ministro de Finanzas alemán, publicado el mes pasado en el Times.
Es un rechazo de plano a todo lo que sabemos de macroeconomía, a toda percepción que la experiencia europea de los últimos cinco años confirma. En el mundo de Schäuble, la austeridad lleva a la confianza, la confianza genera crecimiento y, si esto no funciona en su país, es porque usted no lo está haciendo bien.
Pero volvamos a la cuestión de las nuevas ideas y su rol en la política. Es difícil argumentar en contra de las nuevas ideas en general. Sin embargo, en los últimos años, las ideas económicas innovadoras, en vez de una solución, han sido parte del problema. Nos habría ido mucho mejor si nos hubiésemos atenido a esa vieja macroeconomía, que luce mejor que nunca.

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